viernes, 5 de noviembre de 2010

Historia


Historia

Prehistoria

Del 2000 a. C. al 500 d. C. migraciones masivas bantúes se asentaron en lo que hoy conocemos como República Democrática del Congo (el término "Congo" es usado generalmente para agrupar a los países y áreas vecinas al Congo-Brazzaville) desde el noroeste, sumándose y desplazando a los poblaciones de indígenas pigmeos a las regiones más al sur del moderno estado de la República Democrática del Congo. Migraciones subsecuentes de las regiones de Darfur y Kordofán de Sudán al noreste, de África del Este migraron al oriente del Congo se agregaron a la mezcla de grupos étnicos. Los bantúes importaron la agricultura y técnicas para trabajar el hierro del África Occidental a esta área, estableciendo la Familia lingüística Bantú como uno de los lenguajes principales en el Congo.
Alrededor del siglo III, una sociedad comenzó a desarrollarse en una región inicialmente comprendida en un área de 200 kilómetros a lo largo de la ribera del río Lualaba en la hoy provincia de Katanga. Esta cultura, conocida como los Upemba, finalmente se convirtieron en el más importante reino Luba, y en el Reino del Congo.
El proceso en el cual las sociedades Upemba se transformaron en el Reino Luba fue gradual y complejo. Esta transición se desarrolló sin interrupción, con muchas distintas sociedades desarrollándose fuera de la cultura Upemba, anterior al comienzo de los Luba. Cada uno de estos reinos se enriqueció gracias a la explotación de los minerales de la región. La civilización comenzó a desarrollar e implementar las tecnologías del hierro y cobre, en conjunto con el comercio de marfil y otros bienes. Los Luba establecieron una fuerte demanda comercial por sus tecnologías en el metal y fueron capaces de crear una primitiva pero extensa red de comercio (las red se extendía unos 1.500 kilómetros, llegando al océano Índico). Alrededor del 1500 el reino había establecido un fuerte gobierno central basado en el caciquismo(es una forma de gobierno local donde un líder político tiene un dominio total de una sociedad del ámbito rural expresada como un clientelismo político).

El Estado Libre del Congo

El Estado Libre del Congo o Estado Independiente del Congo fue un dominio colonial africano, propiedad privada del rey Leopoldo II de Bélgica, establecido en la Conferencia de Berlín, en 1885, cuyas fronteras coincidían con la actual República Democrática del Congo. El Congo fue administrado privadamente por el rey Leopoldo hasta su fallecimiento en 1908, año en que el territorio fue cedido a Bélgica.
Durante este período, El Congo fue objeto de una explotación sistemática e indiscriminada de sus recursos naturales, especialmente el marfil y el caucho, para lo que se utilizó mano de obra indígena en condiciones de esclavitud. Para mantener su control sobre la población nativa, la administración colonial instauró un régimen de terror, en el que fueron frecuentes los asesinatos en masa y las mutilaciones, que produjo un elevadísimo número de víctimas, aunque es imposible realizar cálculos exactos, la mayoría de los autores mencionan cifras de entre cinco y diez millones de muertos.
A partir de 1900, la prensa europea y estadounidense comenzó a informar acerca de las dramáticas condiciones en que vivía la población nativa del territorio. Las maniobras diplomáticas y la presión de la opinión pública consiguieron que el rey belga renunciase a su dominio personal sobre el Congo, que pasó a convertirse en una colonia de Bélgica, bajo el nombre de Congo Belga

Época colonial belga (1908-1950)

Leopoldo II renunció a estas propiedades personales (el estado libre del Congo), principalmente por la presión internacional que recibió a causa de la brutalidad con la que reinaba dicho territorio. La anexión del territorio a Bélgica fue formalizada por medio de un tratado firmado el 15 de noviembre de 1908, que fue aprobado por el Parlamento belga en agosto y por el Rey en octubre de 1909. La colonia fue administrada por un gobernador general con base en Boma, ayudado por varios vicegobernadores generales. En Bruselas, había un ministro colonial, que presidía sobre el Consejo Colonial compuesto por 14 miembros, de los cuales ocho eran designados por el rey, tres eran escogidos por el Senado y otros tres por la Cámara de Diputados (cámara baja). La colonia fue dividida en 15 distritos administrativos. El presupuesto colonial era analizado y aprobado anualmente por el Parlamento belga.
Cuando el gobierno belga tomó la administración de manos del rey Leopoldo II, la situación en el Congo mejoró de manera significativa. Los cambios económicos y sociales transformaron el Congo en una "colonia modelo". Se construyeron escuelas primarias y secundarias, como también hospitales, y muchos congoleños tuvieron acceso a ellos. En las escuelas se llegó al punto de enseñar los idiomas étnicos, una rareza en la educación colonial de aquella época. Los médicos lograron grandes victorias contra la enfermedad del sueño (ellos lograron erradicar la enfermedad). Había un puesto médico en cada aldea, y en ciudades más grandes, las personas tuvieron acceso a hospitales bien equipados. La Administración continuó con las reformas económicas mediante la construcción de vías férreas, puertos, caminos, minas, plantaciones, áreas industriales, entre otras.
Pero la administración belga ha sido caracterizada como un colonialismo de corte paternalista. El sistema de enseñanza fue dominado por la Iglesia Católica y en algunos casos raros por iglesias protestantes, los planes de estudio reflejaban la religión cristiana y los valores occidentales. La enseñanza brindada a los nativos era principalmente religiosa y vocacional. Los niños aprendían a leer y escribir, y ciertas nociones de matemáticas, pero eso era todo. El paternalismo belga se encuentra muy bien representado en el cómic de Tintín en el Congo.
La administración política quedó bajo el control total de la "madre patria"; no había instituciones democráticas locales. El puesto de Jefe de Estado era ejercido por el rey de Bélgica (que, ya por esa época no tenía ninguna influencia política). El gobierno belga controló el país, pero las acciones del gobierno cotidiano eran llevadas a cabo por el gobernador general, que era designado como un administrador colonial por el gobierno.
Además del paternalismo de los belgas, había un tipo de "Apartheid", ya que existían numerosas limitaciones y restricciones sobre los nativos.
En 1952, el Gobernador General Léon Antoine Marie Petillon escribió al Secretario Colonial, exponiendo que si no se tomaban medida para mejorar la situación en el Congo, Bélgica perdería su colonia más rica, proponía otorgarle a la población nativa mayores derechos civiles, incluido el derecho al voto. El gobierno belga se opuso a esta propuesta, alegando que "sólo desestabilizaría la región". En Bélgica, algunos diputados querían incorporar el Congo al Reino de Bélgica, de esta manera los nativos congoleños se convertirían en ciudadanos belgas, y por lo tanto tendrían plenos derechos civiles en Bélgica.
Sin embargo, Bélgica no estaba interesada en su colonia, y el gobierno nunca tuvo una visión estratégica a largo plazo acerca del Congo. No obstante, se introdujeron algunos cambios políticos internos, pero éstos resultaban complicados por rivalidades étnicas entre la población nativa.
El Congo belga fue uno de los mayores exportadores de uranio para Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría; la mayor cantidad extraída especialmente de la mina de Shinkolobwe.
Es de destacar, que en la década de 1950 aún subsistían trabajos forzados en el Congo y la esperanza de vida no alcanzaba los 40 años de edad.
Aun así, los nativos congoleños no tenían ningún poder. Todo se decidía en Leopoldville y Bruselas. La secretaría del Congo Belga y el Gobernador General (el líder de la colonia) tenían control absoluto, mientras que la población no tenía ninguno. Entre la población congoleña, el malestar contra esta falta de democracia creció. En 1955, la clase alta en la civilización congoleña, los llamados "évolués" (evolucionados) iniciaron una campaña para acabar con la injusticia.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el pequeño ejército Congoleño obtuvo numerosas victorias contra los italianos en el norte de África. El Congo Belga, que era rico en depósitos de uranio, suministró el material que usaron los Estados Unidos para construir la bomba atómica lanzada sobre la localidad japonesa de Hiroshima, que finalizó con la Segunda Guerra Mundial.

Crisis política e independencia

Como parte de la política internacional de las Naciones Unidas, se promovió el fin de la colonización de las naciones que llegaron a conformar el llamado Tercer mundo. En el caso de las posesiones belgas, en 1959 se realizaron las primeras elecciones libres que fueron ganadas por el Mouvement National Congolais (MNC - Movimiento Nacional Congoleño), dirigido por Patricio Lumumba.

El gobierno de Patrice Lumumba

En 1960, Patrice Lumumba, junto al Movimiento Nacional Congoleño, fue designado Primer Ministro al ganar las primeras elecciones libres legislativas. Joseph Kasavubu, del partido ABAKO (Alianza de los Bakongo), fue nombrado presidente por el parlamento. Otros partidos surgieron, incluyendo el PSA o Partido Solidario Africano (Antoine Gizenga) y el Partido Nacional del Pueblo (Albert Delvaux, Laurent Mbariko). Inmediatamente después de la independencia, las provincias de Katanga con Moise Tshombe y Kasai del Sur se separaron de la alianza política.
Debido a que el gobierno belga deseaba seguir controlando la riqueza minera del país, apoyó la escisión de Katanga y Kasai del Sur, implantando gobiernos títeres en dichos territorios. El Gobierno de Patrice Lumumba solicitó la ayuda norteamericána, no siendo siquiera recibido por el presidente de EE.UU., lo que motivó el acercamiento a la esferea soviética que proporcionó transporte y asesores militares con el objeto de intervenir en las provincias separatistas. Lumumba negó repetidamente tener ideología comunista alguna.
Eventos posteriores llevaron a una crisis entre el Presidente y el Primer Ministro, culminando el 5 de septiembre de 1960, cuando el Primer Ministro Lumumba fue desposeído por el Presidente Kasavubu. Las Naciones Unidas enviaron tropas que recluyeron a Lumumba, siendo éste finalmente apresado, conducido a Katanga y fusilado el 17 de enero de 1961 con la intervención directa de agentes del gobierno belga y de la CIA. Sus restos mortales fueron quemados.
En medio de una confusión generalizada, varios gobiernos fueron liderados por técnicos del Colegio de Comisarios; Joseph Iléo, Cyrille Adoula, Moise Tshombe y Evariste Kimba se sucedieron en poco tiempo.

La dictadura de Mobutu

Tras cinco años de extrema inestabilidad y descontento civil, Joseph-Désiré Mobutu, ahora teniente general, apoyado por la CIA, derrocó mediante un golpe de Estado a Kasavubu en 1965, se estableció un sistema político de un solo partido y Mobutu se autoproclamó Jefe de Estado. Ocasionalmente llamaba a elecciones donde él era el único candidato.
El país gozó de una relativa estabilidad, pero el gobierno del dictador Mobutu fue acusado de violaciones a los derechos humanos, represiones, culto a la personalidad (cada billete congoleño portaba su imagen, su retrato estaba puesto en todos los edificios públicos, en muchos negocios y en cartelones, y era común que la gente ordinaria vistiera a su semejanza) y corrupción extrema; en 1984 se dijo que Mobutu poseía cuatro mil millones de dólares estadounidenses, un importe similar a la deuda nacional, en sus cuentas bancarias en Suiza. Para avivar el sentimiento africanista, comenzó el 1 de junio de 1966 a renombrar las ciudades de la nación: Léopoldville se convirtió en Kinshasa (el país era conocido como la República Democrática del Congo-Kinshasa), Stanleyville fue renombrada a Kisangani y Elisabethville a Lumbumbashi. La campaña de renombramiento de ciudades se completó en los años 70. En 1971 renombró al país como República de Zaire (el cuarto cambio de nombre en once años y el sexto en total), el río Congo se convirtió en el río Zaire y al año siguiente Mobutu se cambió el nombre a Mobutu Sese Seko.
Al paso del colapso de la Unión Soviética, las relaciones con Estados Unidos se enfriaron, Mobutu ya no era más un aliado necesario en la Guerra Fría, y sus oponentes dentro de Zaire dieron un paso al demandar reformas al sistema político. Esta atmósfera contribuyó a que Mobutu declarara la "Tercera República" en 1990, cuya constitución supondría un paso hacia la democratización. Las reformas resultaron ser meramente superficiales y Mobutu continuó gobernando.

Conflicto y transición

A mediados de la década de 1990 la situación empeoró radicalmente. Dentro del marco de la gran crisis de refugiados de los Grandes Lagos, el genocidio ruandés provocó una avalancha de refugiados que huían de la guerra reinante en Ruanda y Burundi. La incapacidad de Mobutu de manejar esta crisis, acompañado de la pérdida de apoyo por parte de occidente permitió a sus opositores iniciar una gran campaña en su contra que terminó con su huida y la proclamación por parte del líder rebelde Laurent-Désiré Kabila de la "República Democrática del Congo" en mayo de 1997. Pero los aliados de Kabila pronto se volcaron en su contra y su régimen fue desafiado por una rebelión apoyada por Ruanda y Uganda en agosto de 1998. Tropas de Zimbabwe, Angola, Namibia, Chad y Sudán intervinieron para apoyar al nuevo régimen en Kinshasa, iniciándose una devastadora guerra conocida como la "Segunda Guerra del Congo" o Guerra Mundial Africana, el conflicto que más vidas ha costado en el mundo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.


Un cese al fuego fue declarado el 10 de julio de 1999; aun así, la lucha continúa tomando fuerza especialmente en la zona este del país, financiada por los ingresos de la extracción ilegal de minerales como coltan, casiterita y diamante. Kabila fue asesinado en enero de 2001 y su hijo Joseph Kabila fue nombrado Jefe de estado. El nuevo presidente rápidamente comenzó negociaciones para finalizar la guerra y se firmó el Acuerdo de Pretoria, en Sudáfrica, en 2002. A fines de 2003, una frágil paz prevalece desde que se instauró el Gobierno de transición. Kabila nombró cuatro vicepresidentes, dos de los cuales han luchado para expulsarlo desde julio de 2003. Gran parte del este del país sigue siendo inseguro, principalmente por el conflicto de Ituri y las continuas actividades de las Fuerzas Democráticas para la liberación de Ruanda en las provincias de Kivu del Norte y del Sur.
El 30 de julio de 2006 se celebraron en el país las primeras elecciones multipartidistas y libres desde la independencia en 1960. Joseph Kabila obtiene en la primera vuelta el 45% de los votos y su oponente y ex-vicepresidente Jean-Pierre Bemba un 20%. Esto da origen a enfrentamientos entre el 20 al 22 de agosto entre seguidores de los dos candidatos en las calles de la capital, Kinshasa. 16 personas mueren hasta que fuerzas de EUFOR y de la MONUC recuperan el control de las situación. La segunda vuelta de las elecciones se celebra el 29 de octubre y en ella el presidente Kabila consigue ser reelegido.
El coltán sale de las minas a puestos comerciales clave, donde lo adquieren mercaderes extranjeros que lo envían al exterior, principalmente a través de Ruanda. Las empresas con capacidad tecnológica suficiente convierten al coltán en el codiciado tantalio en polvo, para revenderlo después a multinacionales de la tecnología como Nokia, Motorola, Compaq, Sony y demás fabricantes que lo utilizan en teléfonos móviles y otros productos electrónicos.
En 1996, EE.UU. patrocinó una invasión de fuerzas militares de Ruanda y Uganda que ingresaron por el oriente de la RDC. Hacia 1998 tomaron el control y ocuparon las áreas mineras estratégicas. Muy pronto, el ejército ruandés comenzó a hacerse de más de 20 millones de dólares al mes con la minería del coltán. Aunque su precio ha caído, Ruanda mantiene su monopolio de la explotación y comercio del metal de la RDC. Existe una lluvia de informes sobre desenfrenados abusos de los derechos humanos en esa región minera.

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